Día 11: Mi reencuentro con el detonante:
Tuve una noche muy regular.
Desperté en varias ocasiones pensando que ya era hora de levantarme para ir a trabajar. Esperaba ansioso el sonido de la alarma, ya que generalmente despierto segundos antes de que suene. De inmediato vinieron a mi mente pensamientos sobre mi ex, como de costumbre, simplemente acordandome de su existencia; es como un ritual de todos los días del que no me logro zafar. Creo que estuve despierto al menos 2 horas antes de que la primera alarma sonara, actualmente tengo 3 alarmas ya que al parecer el medicamento me produce sueño y me está costando levantarme. Julián se levantó a tomar una ducha mientras yo empacaba ambos almuerzos. Tuve una rápida ducha mientras pensaba en qué debería vestir, quería verme bien, o como suelo decirme usualmente, "fabuloso". Tomé el desayuno, me alisté y salí rapidametne de casa en compañía de Julián.
Era un día gris, pero no estaba lloviendo. Hacía mucho frío y en general estaba de buen ánimo porque iba vestido muy bien...acorde a la temporada. Llegamos al paradero y habían muchas personas, por lo que por primera vez, desde que salgo con Julián, le pedí que caminaramos hasta el paradero anterior, ya que presentía que no ibamos a conseguir puestos desocupados si tomabamos el bus allí. Avanzamos entonces unos 200 mts y el bus demoró en pasar, el tráfico estaba terrible. Tal como pensé no habían suficientes puestos libres, pero logramos sentarnos uno delante del otro. Mientras el bus llegaba al siguiente paradero yo estaba acomodando mi bufanda y alistando mis audifonos para escuchar música durante el trayecto. Cuando el bus volvió a detenerse subí espontaneamente la miraba y vi a mi ex subiendose. Tuve que fijar bien mi mirada ya que
desde hace algunos meses tengo visiones con él, incluso un día me bajé del bus porque pensé verlo en una esquina hablando por celular. Él notó mi presencia al momento de subirse, y pronunció mi nombre lentamente en forma de saludo. Yo desde la distancia le dije "Hola" y me detuve un momento antes de colocarme los audifonos. Pasó delante mío, sonrió y me preguntó como estaba, le dije que bien, le pregunté lo mismo, me dijo que bien, me agradeció y siguió hacía el fondo del bus. Durante varios meses ansiaba el día en que me encontrara con él, pero por estos días quería exactamente lo contrario; Empecé a ponerme ansioso, pero al mismo tiempo me sentía bien porque no había sentido algún tipo de nostalgia al verlo, fue como ver a alguien sin importancia que conozco desde hace tiempo. Sin embargo, al ser él el detonante de mi ansiedad tenía miedo de tener un comportamiento errado o de hacer algo de forma impulsiva que me hiciera retroceder en el avance de mi tratamiento.
Tomé mi celular y lo sobaba una y otra vez, jugaba con los bordes sintiendo cada uno de los relieves del mismo. De momento me concentraba en la música y empezaba a cantar mentalmente, pero luego volvía a pensar en qué debía hacer algo. Permanecí solo 30 minutos en el bus, o menos, y decidí bajarme. Le envié un mensaje de texto a Julián resumiéndole la situación. Supuse que se había molestado y que se había dado cuenta de la presencia de mi ex.
Al bajarme estuve algo más tranquilo, los movimientos anormales se detuvieron así que caminé unos cuantos metros y tomé otro bus hacía la empresa. Durante el trayecto estuve algo tranquilo, sin embargo no dejaba de pensar en lo que había ocurrido. Sabía que Julián éstaba molesto así que solo ansiaba llegar a mi destino para llamarlo y hablar del tema, le escibí unos mensajes pero no me respondía, así que seguí insistiendo hasta que contestó mi llamado. Su tono de voz reflejó rapidamente su molestia, le pedí hablar del tema pero no quería pronunciarse, yo mi parte no sentía la necesidad de darle muchas explicaciones porque ya él conocía mi situación mental al momento que decidimos ser novios.
Luego de conversar por al menos 10 minutos Julián decidió cambiar su actitud e incluso intercambiamos un par de chistes. Me sentí más tranquilo durante los siguientes 5 minutos, pero luego empecé a atormentarme con la idea de que él no me entiende y tampoco va a entenderme. Entré al salón de clases pero mi mente seguía atrapada en lo acontecido, así que me dispusé a escribir en mi blog mientras el entrenador hablaba de un tema del cual no había prestado atención desde al menos hace dos semanas.
Mi comportamiento empezó a empeorar, Julián hizo algunos comentarios atacándome y me obsesioné con ellos, empecé a desesperarme, sentía que tenía que salir del salón huyendo y esconderme en mis cobijas. Me dispose a escribir entonces este capítulo y a leer cosas de interés general en internet. De momento quería prestar atención a la clase, pero era como si ya no entendiera el inglés, no procesaba nada de lo que estaba escuchando.
Escribí y escribí hasta que se acabó la tarde y salí entusiasmado de haber publicado los primeros 3 artículos de este blog. Julián me había dicho que vendría por mí y salí entusiasmado por ello. Me recibió con una chocolatina, le mostré el blog y noté que seguía molesto. Eso me desanimó con completo y aunque quise evitarlo quedé invadido por una energía negativa hasta la noche.
Subimos al bus, cada quién por su lado, llegamos al apartamento y nadie decía nada, yo me acosté a ver tv y él se quedó en la sala interactuando con su celular. Al rato se acostó conmigo, pero el uno era invisible para el otro. Me preguntó si quería comer y le respondí que no, a la media hora me preguntó si quería que me preparara algo y le dije que no. Entonces me preguntó si me pasaba algo, quise evitarlo pero insistió. Le dije que estaba de mal genio y que no quería hablar, que esperaramos al día siguiente; de inmediato se levantó y preparó la cena. Durante ese tiempo quise dormir pero no podía, pensaba muchas cosas al tiempo, así que me levanté y me preparé un té y a la media hora ya estaba con mucho sueño. Antetodo le dí las buenas noches a Julián y dormimos abrazados, no quería dormir molesto con él ya que sabía que parte de mi rabia era conmigmo mismo por no poder controlar mis pensamientos.