sábado, 3 de septiembre de 2016

Día 8: De vuelta al Psiquiatra

Tuve mi segunda cita con Karina para hablar de mi examen de tiroides y el avance a partir de la Sertralina, esta vez estuve menos inquieto al momento de esperar mi turno, sentía de debía controlarme para mostrar algún progreso.

Al ingresar ella me saludó, la sentí algo más amigable que la vez que nos conocimos, me senté y me pidió el examen de tiroides, el cual estaba dentro de lo normal, ya lo había chequeado en internet de acuerdo al resultado que obtuve. Me preguntó cómo me iba con la Sertralina. Le conté de los principales efectos secundarios: la resequedad en los labios y la pérdida del líbido; comenté que esto último me estaba causando inconvenientes en mi relación. Karina se sorprendió un poco, o al menos su expresión mostraba eso, me comentó que todos los antidepresivos tendían a causar eso, de inmediato me dijo que lo suspendiera y que empezaríamos con otro antidepresivo que "en teoría" es el que menos produce ese efecto secundario, yo estuve de acuerdo.

De la resequedad de los labios no entramos en detalle, yo le dije que lo estaba manejando con lubricante. Aproveché para comentarle que últimamente me ponía muy inquieto por las tardes, movía mucho las manos y las piernas, de hecho en ese momento mis manos eran como marionetas bailarinas. Ella me dijo que eso no era producido por la Sertralina, entonces hicimos un recuento de las cosas que han cambiado desde la primera cita y cuando le mencioné que retiré por completo el cigarrillo y el café ella dedujo que eso me estaba causando más ansiedad, por lo que me permitió fumar y tomar café ocasionalmente con el compromiso de irlo dejando gradualmente.

Pasamos de tema y me entrevistó sobre mi cita con la Psicóloga, le comenté el tratamiento que estaba iniciando con ella y que ya tenía una nueva cita agendada. Me entregó entonces la orden para el nuevo medicamento y me pidió que regresara en aproximadamente 3 semanas para ver los avances que habíamos tenido.

Salí y le conté a Julián. Se emocionó al saber que probablemente no volvería a tener el problemita aquel. En la noche lo intentamos a pesar que aún no empezaba a tomar el nuevo antidepresivo, de hecho ni siquiera lo había reclamado porque me tocaba dirigirme a otro lugar que me quedaba lejos. Esa noche no solo pude eyacular, sino que fue un momento caliente muy duradero y placentero. Ambos quedamos extremadamente satisfechos por lo que decidimos seguir con la Sertralina para ver si era capaz de seguir "funcionando" mientras la tomaba.

Me dormí muy tranquilo...relajado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario